En 1962 Luis Lópezllera se planteó el reto de contribuir desde sus conocimientos como arquitecto a las problemáticas sociales y decidió abordar una de las grandes carencias de las clases populares, que era la vivienda. Fue así que para 1962 nació Copevi, resultado de la apertura de un seminario de Vivienda Popular al interior del IMES, el cual Luis ya había trabajado previamente en la Facultad de Arquitectura.
Promovimos, en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, un seminario de Vivienda Popular para trabajadoras sociales y arquitectos de la escuela que fundó el Secretariado Social.
Se comenzó a trabajar entonces con seis trabajadoras sociales y seis arquitectos, entre quienes se encontraban Lourdes Cazares, Teresa Creel, Luz María Reynoso, Aline Usel, Cristina Lavalle, Guadalupe Aguilar, María Buch, Luz Rosales, Luis Sánchez de Carmona, Carlos Villalobos, Luis Anduaga, Eduardo Galindo, Mario Monroy y el mismo Luis Lopezllera.
Fue así que “Copevi nació de una simbiosis entre un laicismo y una inspiración cristiana” y su trabajo partió de principios fundamentales, que le diferenció de otras propuestas, tales como el cooperativismo, la ayuda mutua organizada para adquirir terrenos y evitar intermediaciones onerosas de toda índole.
Se procuraba la adquisición de una mayor conciencia urbana y que el urbanismo contemplara el
espacio para todas las clases sociales; que todo el trabajo estuviera en función de los intereses del grupo y no el grupo en función de los intereses de un comprador del gran negocio de la vivienda, que es lo que domina en la actualidad.
“La Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM) nos contrató para realizar un Foro Nacional de la Vivienda, que tuvo mucho éxito; estoy hablando de 1963. Y lo hicimos en el famoso Hotel del Prado, a donde concurrió toda la primera élite empresarial de México, encabezada por la Bimbo, el Banco de Comercio, la empresa ICA, y fue Copevi el que promovió la esencia del cooperativismo”
“Vamos iniciando cooperativas con obreros, con empleados, con trabajadores, pero con el espíritu de la ayuda mutua, no el asistencialismo ni el comercialismo bancario. Y tuvo mucho éxito, y de ahí se desprendieron muchas nuevas iniciativas”.

Investigaciones y publicaciones

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